ENTROPÍA POLÍTICA
CONGRUENCIA Y PODER: CLAUDIA SHEINBAUM EN HUAUCHINANGO
𝑷𝒐𝒓 𝑬𝒅𝒈𝒂𝒓𝒅𝒐 𝑳ó𝒑𝒆𝒛 𝑹𝒐𝒃𝒍𝒆𝒔
Querido lector, en las vísperas de Navidad y fin de año, mientras la mayoría disfrutaba los festejos, los grupos de poder en la Federación continuaban inmersos en una intensa lucha por la supremacía. En el noble arte de la política, el calendario no contempla pausas ni vacaciones; las decisiones y las maniobras estratégicas no se detienen. Por esos días, una declaración del padre Alejandro Solalinde sacudió el tablero político nacional. En entrevista para el portal Sin Embargo, con los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, el sacerdote abordó temas sensibles, entre ellos sus diferencias con el exdirector del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, quien llegó a apodarlo "El pollero de Dios".
El sacerdote y defensor de los derechos de los migrantes Alejandro Solalinde, puso en la agenda pública un tema delicado al señalar que Ardelio Vargas Fosado podría estar desempeñándose como asesor de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, recientemente nombrado director del Instituto Nacional de Migración. El intento de incorporar a Don Vito Corleone en el gobierno federal generó un eco en un contexto donde las alianzas y los principios de Morena están bajo la lupa. Un ejemplo reciente es Campeche, donde el panista Jorge Luis Lavalle Maury, vinculado a sobornos durante la reforma energética, ha sido integrado a la administración de Layda Sansores. Este tipo de movimientos generan escepticismo entre las bases de la cuarta transformación, especialmente cuando contrastan con la postura de figuras como Rocío Nahle en Veracruz.
A nivel federal, la presidenta Claudia Sheinbaum no tardó en desmentir personalmente en su mañanera cualquier posibilidad de que Don Vito Corleone colaborara con su administración. El rechazo de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum a incluir a Ardelio Vargas en sus gobiernos no solo desacredita su figura, sino que lo posiciona como símbolo de las prácticas más cuestionables del viejo régimen. Este doble desaire equivale a una sentencia política que lo arrincona políticamente, incapaz de reinventarse en un sistema que prioriza la congruencia y el repudio a la represión. La 4T le ha cerrado las puertas, dejando claro que no hay lugar para quienes encarnan los excesos del pasado autoritario.
La llegada de Claudia Sheinbaum a Huauchinango representa una acción calculada para influir en el equilibrio político estatal. Con su presencia, envía un mensaje claro: las prácticas caciquiles y figuras asociadas a la corrupción no tienen cabida en su proyecto de transformación. Por otro lado, la ausencia de Don Vito Corleone y de Carlos Martínez Amador en su visita sugiere una clara delimitación de espacios. La Presidenta de la República marca territorio en Puebla, desmarcándose de alianzas ambiguas que podrían comprometer los principios de la 4T. Este es acto tanto de reafirmación como de advertencia, proyectando una autoridad que prioriza la congruencia política frente a los intereses locales tradicionales.
Este caso evidencia un desafío persistente: los cacicazgos locales buscan adaptarse y coexistir en nuevos entornos políticos. En Puebla, la posibilidad de que figuras como Ardelio Vargas Fosado se acerquen al gobierno del estado genera incredulidad. La inclusión de Carlos Martínez Amador, líder del PRD, en el gabinete estatal contrasta con la postura firme de Claudia Sheinbaum a nivel federal, quien ya marcó distancia de personajes asociados con la represión, como Don Vito Corleone.
El arribo de Claudia Sheinbaum a Huauchinango no es fortuito. A tan solo 14 días del intento de incorporar a Ardelio Vargas al gobierno federal, su visita a la región es un acto cargado de simbolismo político. En política, las coincidencias son raras; cada movimiento tiene un propósito. Puebla en particular enfrenta el reto de desterrar mitos como el de Ardelio Vargas Fosado, una figura que simboliza al cacicazgo de Xicotepec que aún persiste en las estructuras locales. Sheinbaum marca una frontera: no hay cabida para aquellos que representan el pasado represivo. Este gesto podría redefinir el poder en Puebla, desafiando directamente a quienes, aún en la supremacía, perpetúan viejas prácticas bajo un nuevo disfraz. En esencia, su visita subraya que la transformación no solo es federal; también debe materializarse en los estados y municipios, enfrentando los intereses que intentan sobrevivir en la sombra.
¡Nos vemos en la próxima edición, hasta pronto!
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