Las calles de Barcelona se volvieron a convertir en el escenario de duros enfrentamientos entre manifestantes independentistas y agentes antidisturbios, en donde hubo estampidas de miles de personas, barricadas de fuego y el sonido incesante de los disparos de las pelotas de goma, las sirenas y el rugir del helicóptero que sobrevolaba la zona.
A pesar de la violencia, la manifestación que sirvió de colofón a la huelga general de hoy registró una afluencia masiva de 550 mil personas, según los datos de la Guardia Urbana.
La Vía Laitena, a un costado de la céntrica Plaza Cataluña, y donde se encuentra la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Barcelona, se convirtió en un escenario de guerra. Miles de jóvenes -más de 10 mil, según la policía municipal- se habían congregado unas horas antes para dirigirse a la protesta común con el resto del movimiento independentista, que se desarrollaba pacíficamente en la Gran Vía. Pero finalmente decidieron dirigirse en bloque a la sede de la policía española, lo que finalmente fue el detonante de los enfrentamientos.
Los estudiantes acudieron al edificio a pesar de que estaba protegido por un severo cordón de seguridad, que intentaron romper tirando piedras, botellas, pintura y agua. Después de un tiempo de tensión y gritos, los manifestantes decidieron pasar a la ofensiva e incendiar, a modo de barricada, hasta cuatro contenedores de basura del Ayuntamiento que colocaron de frente a la línea policial. Y lo mismo hicieron en las calles aledañas, la mayoría muy estrechas y en pleno barrio Gótico, para intentar llegar hasta el edificio.
Cuando los jóvenes se acercaron de forma coordinada hasta la línea policial con un ataque directo con piedras y palos, fue entonces cuando los agentes antidisturbios iniciaron una andanada dura y contundente, con pelotas de goma y utilizando los vehículos blindados para abrirse hueco y dispersar a la multitud. Una maniobra peligrosa que además llevaron a cabo a una alta velocidad.
El saldo provisional es de tres personas detenidas, dos de ellos menores de edad, y dos heridos, uno de ellos policía y el otro un electricista que salía de trabajar y recibió el impacto de una piedra de adoquín. Sus heridas no revisten gravedad.
Mientras se registraron los enfrentamientos, a sólo unas calles más de 550 mil personas se manifestaron de forma pacífica, con sus banderas, sus carteles a favor de los presos, sus reivindicaciones históricas por el derecho de autodeterminación y la liberación de los presos políticos. Además, se leyeron unas cartas de los políticos presos que tenían como ruido de fondo los gritos de los manifestantes y el ensordecedor ruido de los disparos de las pelotas de goma y del incesante rugido del helicóptero que sobrevuela la zona. La tensión va en aumento y se prevé que la violencia vaya a más a lo largo de la tarde y de la noche.
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